La triste historia de un par de pendejos

Un día recordé que tenia que hacer una llamada telefónica. Encontré el numero y lo marque. "Hola, habla Francisco, ¿podría hablar con Claudia?"

Me contesto un malgeniado.
-"Equivocado" "pendejo"
y me colgaron el teléfono.

Había sido un día terrible y encima me contestó un grosero. Miré en mi agenda y noté que había escrito mal el teléfono de Claudia. Ella era 5984-2211 y yo había anotado 5984-1122.Marqué el número correctamente y mientras hablaba con Claudia, observe el numero equivocado que teniia anotado y donde me habían "pendejeado".

Al colgar, tome el teléfono, marque el numero equivocado y la misma persona contesto, le dije:
-"Eres un Pendejo"
y colgué.

Al terminar de decirle eso, escribí junto a su número telefónico la palabra "PENDEJO" y cerré mi agenda. Cada vez que tenia un día difícil, abría mi agenda, buscaba el teléfono y le llamaba al susodicho. El contestaba y yo le decía

-"Eres un Pendejo".

Esto me hacia sentir mucho mejor. Al cabo de unos meses, la compañía de Teléfonos introdujo el Servicio de Identificación de Llamadas, en algunos teléfonos. Esto me limitaba y deje de llamar. Una ocasión tuve un día de esos realmente malos. Agarré el teléfono, marque su número telefónico y escuche su voz diciendo

-"Bueno?" .

Me cambie de identidad y dije:
-"Buenas tardes, le llamo de la Compañía de Teléfonos para saber si ya tiene usted identificador de Llamadas o si quiere contratarlo.

El siempre malgeniado me contesto:
-"No me interesa"
y me colgó de nuevo.

Rápidamente lo llame de nuevo y le dije
-"Es porque eres un pendejo".

Pero este relato no es sobre un pendejo, sino sobre dos. Y esto cada vez se pone mejor! Justo el día de esa ultima llamada, estaba en un centro comercial esperando a que una señora de edad dejara libre el único sitio para estacionarme. El lugar estaba repleto. La viejita se tomaba todo el tiempo del mundo. Yo estaba desperado pero me controlaba, por respeto a la edad y porque sabia que no había un solo lugar disponible. La anciana comenzó a retroceder muy lentamente. Yo esperaba con las luces intermitentes prendidas, incluso retrocedí mi carro un poco para darle a la viejita todo el espacio que necesitaba y por fin estacionarme. Cuando de repente, apareció un Jetta Negro en sentido contrario y simplemente se estacionó en el lugar que había dejado la viejita. Comencé a tocar el claxon como desesperado y a gritar: "No puede hacer eso, que le pasa, Yo estaba aquí primero!". El tipo del Jetta simplemente se bajo del carro y camino hacia el centro comercial ignorándome como si ni siquiera me hubiera visto ni escuchado.

"Ese tipo es un Pendejo" pensé, a la vez que estaba a punto de explotar de coraje. Fue entonces cuando note que el Jetta tenia un letrero (muy naco por cierto) que decía "ME VENDEN". Entonces anote el numero de teléfono y busque otro lugar para estacionarme. Un par de días después, estaba en el trabajo viviendo otro de esos días difíciles, acababa de llamar al 5984-1122 y decirle al tipo que "Era un Pendejo" Entonces recordé al del Jetta Negro. Saque el papelito de la cartera y vi el teléfono 5942-0740.

Me dije:
-"Debería llamar a este tipo también".

Después de que sonó varias veces alguien me contesto.
-"Bueno" Le dije "Hablo con el Sr. del Jetta Negro que se vende?".

-"Si, habla con él".

-"Podría decirme donde lo puedo ver?".

-"Si, vivo en la Calle Las Huertas 345, es una casa blanca y el carro esta estacionado enfrente."

-"Cuál es su nombre?"
le pregunté.

-"Mi nombre es Eduardo Pérez"

-"A Que hora seria posible pasar a ver el coche señor, Eduardo?".

-"Me puede encontrar en las noches"

-"Escucha Eduardo, te puedo decir algo?"

-"Si"

-"Eduardo, eres un pendejo!"
y le colgué el teléfono.

Después de varios días de llamar al par de pendejos y colgarles, la cosa ya no era tan divertida como antes y entonces busque una solución:

Llamé all Pendejo # 1.

Me contestó el grosero, yo le dije
-"eres un Pendejo"
y no colgué.

-"Estas ahí?" Pregunto.

Yo le dije
-"Siiiiiiii......."

El tipo me dijo:
-"Deje de llamarme"

Yo le dije
-"Nooooo"

Entonces me preguntó
-"Cuál es tu nombre desgraciado?"

Yo le dije
-"Eduardo Pérez"

-"Donde vives maldito?"

Le contesté
-"en la Calle Las Huertas 345, es una casa blanca"

-"Voy para allá ahora mismo Eduardo. Será mejor que empieces a rezar imbécil"

-"Uf sí!! Que miedo me da, pendejo"
Y le colgué.


Al terminar llame al Pendejo # 2.

El tipo contestó
-"Bueno"

-"Hola, Pendejo"

El tipo me dijo
-"Si te llego a encontrar..."

-"Tu qué, pendejo?"

-"Te voy a partir tu madre"

-"Bueno, esta es tu gran oportunidad, voy para tu casa imbécil"
y colgué

Finalmente tome el teléfono y llame a la policía. Les dije que estaba en la Calle Las Huertas 345 y que iba a matar a mi novio homosexual tan pronto como llegara a su casa, porque lo había visto con otro. Luego llame a un noticiero de esos amarillistas para reportar que iba a comenzar una guerra de pandillas homosexuales en la Calle Las Huertas 345. Después, me subí a mi carro y me fui a la Calle Las Huertas 345.

Fue glorioso!!!! Observar a un par de pendejos pateándose enfrente de 6 patrullas y de las cámaras del noticiero que estaban reportando una disputa entre gays. Fue una de las mejores experiencias de mi vida!!! Así es que no lo olvides, si deseas desquitarte....a eso de caer y volver a levantarte, de fracasar y volver a comenzar, de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.

A eso..., no le llames adversidad, llámale Sabiduría...

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